viernes, 19 de junio de 2015

Noche de un artista urbano



Son las 12 de la noche y suena mi celular. Es Claudio, o como yo lo conozco, “Nook”.  Me recuerda que en 30 minutos nos tenemos que encontrar en la esquina de Arica con Álvarez-Calderón.

Salgo de mi casa y comienzo a caminar. Los aerosoles en mi mochila hacen ruido como una campana de recepción de hotel; es por eso que debo ir despacio pero seguro. Sobre todo cuando veo que pasan cerca de mí estas luces enceguecedoras azules y rojas, buscando a quien robarle una limosna.

Voy vestido de negro; más negro que la propia noche para poder perderme en ella. Mis manos sudan como las de un niño nervioso pero finalmente llego a mi destino. Ahí está la anhelada casa abandonada.

Nook ya está afuera y me dirige hacia la secreta entrada de la casa. Ni bien entramos, todo son destrozos y la casa huele a ropero viejo y a cantidades industriales de polvo. Nos aguantamos el olor y subimos al segundo piso donde nos esperan cual lienzos para pintor, dos grandes paredes con vista a la calle (El mejor lugar para pintar para un grafitero).

Sacamos los aerosoles y que comience la función. Mis primeros trazos son un poco descuidados ya que mi muñeca tiembla como la de un paciente con Alzheimer, pero logro recuperarme. Era la primera vez que entraba a una casa abandonada a pintar y me sentía como un ninja en una misión ultra secreta. La mezcla de olores de productos químicos y pintura concentrada me hacen sentir a gusto. Juego con una gama de colores de verde que le dan vida al graffiti mientras que este le da vida a la casa.

Volteo a ver a Nook y él también ya terminó. Nos vamos silenciosamente de la casa y emprendemos rumbo. Las luces enceguecedoras nos pasan cerca de nuevo pero no saben que el crimen ya está hecho y que nuestras manos ya están manchadas.











jueves, 11 de junio de 2015

Graff Class




El artista urbano (más conocidos como graffers) “Terko”, es un joven emprendedor que gracias a sus ganas por difundir el graffiti y al amor que le tiene a este arte urbano, ha creado un taller de clases llamado “Graff Class” (Clase de graffiti).

Su verdadero nombre es Patrick Labrousse, tiene 25 años de edad, es de Lima y se graduó como diseñador gráfico hace un par de años.

Terko lleva alrededor de 10 años haciendo graffitis y actualmente cuenta con auspicios de marcas como: Skullcandy, Stance, Neff y Adidas.



Es gracias a esta última marca de ropa que Terko logró su sueño de abrir un taller de graffiti. En este taller, enseña de manera particular o a instituciones tales como colegios o academias, las técnicas y secretos de esta práctica artística.


Adidas apoyó su proyecto y en mayo de este año se realizó el primer taller de Graff Class en el colegio “Mater Purissima”. Este evento tuvo una gran acogida y se espera tener más de estos eventos en otros colegios y/o instituciones para fin de año.


Por: María Fernanda Burneo


jueves, 4 de junio de 2015

Madurez de la calle


Inicios y desarrollo del graffiti






La historia moderna del graffiti se remonta a los años 60 cuando empezó en Nueva York, influido por la música hip-hop. Los primeros artistas de graffiti se dedicaban a firmas y vivían y pintaban en Nueva York.

El objetivo de estos primeros graffiteros, era dejar su firma en el máximo numero de sitios posibles. Ganaban fama, dentro de los círculos de graffiteros, según el número de firmas y según los sitios en los que lograban firmar. Cuánto más peligroso el sitio, lograban más estatus.

Estos primeros artistas, que buscaban llamar la atención de la comunidad, se dedicaban a bombardear las paredes de la ciudad con su nombre o apodo. De ahí viene el término “bombing”.



Fue uno de estos primitivos "writers", apodado Taki 183, quien debido a su ocupación de mensajero de a pie y a la necesidad de utilizar el metro; crea los "motion tags". Nombre con el que se bautizó al arte de marcar los vagones de metro con la firma en forma de garabato.

Por otro lado, acaparó el honor de ser el primero en llamar la atención de los todopoderosos "mass media". El diario New York Times dedicó todo un artículo a este artista.

Se llega entonces, entre mediados y finales de los 70, a la cumbre en lo que a innovación estilística se refiere. Cuando esta técnica del "tag" o tagging", que consisitía en la firma del artista con forma de garabato, evoluciona hacia letras más estilizadas y grandes.



Aunque el graffiti nace como un arte ilegal por estar realizado en propiedades privadas y sin permiso, el verdadero "writer" no es un criminal, ni distribuye drogas, ni pertenece a ninguna pandilla. Y pese a los peligros en forma de fuertes multas y cortas sentencias de encarcelamiento que amenaza la realización de las grandes piezas, continúan fieles a la llamada del arte y a la necesidad de expresarse.